8.25.2014

Existe responsabilidad social ambiental en Colombia?

“La responsabilidad social empresarial se puede definir como el compromiso que tiene la empresa de contribuir con el desarrollo, el bienestar y el mejoramiento de la calidad de vida de los empleados, sus familias y la comunidad en general. Es un asunto en donde la empresa no sólo ha de tener una visión empresarial, sino también una visión social para optimizar sus resultados en un contexto dado.” 
Constitución Política de Colombia: “Art. 80.- El Estado planificará el manejo y aprovechamiento de los recursos naturales, para garantizar su desarrollo sostenible, su conservación, restauración o sustitución. Además, deberá prevenir y controlar los factores de deterioro ambiental, imponer las sanciones legales y exigir la reparación de los daños causados.
Así mismo, cooperar con otras naciones en la protección de los ecosistemas situados en las zonas fronterizas.”
“Art. 79.- Todas las personas tienen derecho a gozar de un ambiente sano. La ley garantizará la participación de la comunidad en las decisiones que puedan afectarlo.
Es deber del Estado proteger la diversidad e integridad del ambiente, conservar las áreas de especial importancia ecológica y fomentar la educación para el logro de estos fines”.
Art. 313 Corresponde a los concejos: 
9. Dictar las normas necesarias para el control, la preservación y defensa del patrimonio ecológico y cultural del municipio.
Max-Neef, uno de los más prestigiosos economistas alternativos y ecológicos, señala que “en la contabilidad macroeconómica no se incluyen los servicios ambientales prestados por la naturaleza, es decir, la absorción gratuita de contaminantes, su capacidad de proporcionar agua, energía, elementos y compuestos químicos, riqueza genética. Esas condiciones naturales de la producción permanecen invisibles para los economistas. Sólo si son destruidas, sólo al surgir una percepción social de que la economía ha entrado en colisión con la ecología, sólo entonces algún que otro economista empieza a musitar algo acerca de las “externalidades” y la atribución de “derechos de propiedad” sobre la naturaleza” 
Por lo tanto la responsabilidad social de las empresas tiene que ver fundamentalmente con las decisiones de las organizaciones que afectan a terceros, es decir, son las acciones de la organización para influir en la sociedad en la que existe. En materia del ambiente natural se necesita de una normatividad que garantice un desarrollo sostenible, entendido éste como el enfoque en el que las organizaciones realizan actividades que se pueden sostener a largo plazo o renovarse a largo plazo en forma automática. El desarrollo sostenible se fundamenta en la premisa “Satisfacción de necesidades en el presente sin comprometer la capacidad para satisfacer las necesidades de las generaciones futuras.”
“En Australia se inició un movimiento para alentar a las personas a que se reuniesen en equipos para limpiar el mundo. Lo inició Ian Kiernan, dueño de yates y representante de su país en 1987, en la competencia BOC, una carrera de yates que circunnavegaron el mundo. Durante su viaje, Kiernan vio mucha basura de plásticos flotando en el mar. Antes de partir, los competidores habían convenido que conservarían su basura en los yates en lugar de tirarla por la borda, como se suele hacer para deshacerse de la basura en altamar, cuando volvió a su hogar en Sídney, Kiernan encontró vidrios rotos en las playas donde nadaba y decidió hacer algo al respeto. Kiernan y un amigo asesor en relaciones públicas, se unieron y convocaron al “Día para limpiar las bahías de Sidney”. En un día determinado 40.000 ciudadanos recogieron 5.000 toneladas de basura. Encantados con su éxito los dos hombres extendieron sus esfuerzos y convocaron en enero de 1990 a los “Días para limpiar Australia” en marzo de 1993, 400.000 australianos reunieron 25.500 toneladas de basura en más de 5.000 riachuelos, parques y cruces de caminos a lo largo y ancho del continente. En septiembre de 1993 estos dos hombres propusieron un esfuerzo para limpiar el mundo; más de 7000 comunidades de 79 países tomaron parte en una limpieza que duró tres días y sirvió para que las personas peinaran parques, playas, caminos y calles de ciudades. Se estima que llegaron a participar unos 30 millones de personas.