1.31.2011

Minas para explotación de carbón en Colombia sin control estatal

Mientras el país se preocupa en articular una regla fiscal que conserve la red industrial, y que el peso no se sobrevalúe, para no caer en una enfermedad holandesa; la situación de la seguridad laboral en muchas minas es realmente preocupante
En lo corrido del año han sido muchas las noticias de accidentes fatales en minas, sintomatología que nos lleva a hacer un llamado sobre el peligro de esa actividad económica.
Las autoridades competentes aún no han hecho una reflexión profunda y mucho menos una investigación técnica y rigurosa sobre lo que sucedió en la mina San Fernando en Amagá, Antioquia en la murieron más de 30 personas dedicadas a la extracción de carbón. Nadie ha conformado un equipo de alto nivel para que elabore un documento y les de una respuesta clara sobre las causas del insuceso.
A ese fatídico suceso le antecedieron y le sucedieron varios accidentes menores en otras minas en Boyacá. Y como si fuera poco, hace poco el País se sorprendió con la noticia de la muerte de cuatro trabajadores contratistas en El Cerrejón, una de las minas de carbón a cielo abierto más seguras y calificadas en todo el mundo.
El hecho que enlutó a La Guajira, ocurrió durante la reparación de uno de los silos de almacenamiento de carbón en las plantas de trituración de El Cerrejón; se cayó una plataforma que sostenía en altura a un grupo de trabajadores vinculados a las empresas contratistas, dejando sin vida a cuatro trabajadores y varios heridos.
Aunque le parezca sensacionalista a varias de las compañías que explotan carbón en Colombia en pequeña o gran escala, sí alertamos o lanzamos un S.O.S. sobre lo que está sucediendo en materia de seguridad industrial.
Hay que pensar si la responsabilidad social empresarial debe empezar a trascender la organización de actividades de entretenimiento en las comunidades beneficiadas y enfocarse mucho más la responsabilidad en la seguridad industrial. Las multinacionales mineras en el mundo hacen de la seguridad su primer valor corporativo, pues son consientes de que es una actividad de riesgo y extreman todos los controles por simples que parezcan, como puede ser la vinculación de empresas contratistas.
Ese tipo de noticias le hace mucho daño a un país económico que poco a poco se mete más en el boom minero energético del que tanto se ha hablado. El Ministerio de Protección Social y el del Ambiente, tienen una tarea muy grande en materia de seguridad industrial, una asignatura pendiente que siempre se aplaza.
El director ejecutivo de la Federación Nacional de Productores de Carbón, Gabriel Chiquillo, sostiene que todas las minas de carbón contienen gases, pero que el riesgo de explosión se da cuando la acumulación es de proporciones grandes.
"En la medida en que los circuitos de ventilación sean eficientes, se pueden evitar las acumulaciones. Lo que se busca es llevar el gas a la superficie y evitar que las acumulaciones lleguen al punto en que se vuelven explosivas, bien sea por una chispa o por un roce que genere calor", explica Chiquillo.
Pero no sólo se trata de contar con circuitos que permitan evacuar el gas, es necesario tener equipos medidores que detecten la acumulación. El dirigente gremial asegura que los sistemas fijos de medición en las minas de carbón pueden reducir los riesgos porque son herramientas de monitoreo continuo, pero el problema es que la mayoría de las minas en Colombia no tienen sistemas efectivos de medición, porque son equipos muy costosos y "esa tecnología aún no está al alcance".
Por otro lado, de acuerdo con el presidente ejecutivo del Consejo Colombiano de Seguridad, Renán Alfonso Rojas, en el país las normas para el sector minero son "arcaicas".
Señala que los decretos 1335 de 1987 (reglamento de seguridad en las labores subterráneas) y 2222 de 1993 (reglamento de salud ocupacional en las labores mineras a cielo abierto) "son normativas sin dientes y no hay quien las haga cumplir, porque ni Ingeominas ni el Ministerio de la Protección Social cuentan con el personal suficiente para ejercer las funciones de vigilancia y control" de las explotaciones de minerales.

1.24.2011

Reflexionemos sobre la violencia juvenil y en los planteles educativos

El tema de la violencia juvenil ya no es de estratos bajos, sino de todos los sectores. Estamos ante una generación que vive los efectos del narcotráfico. Hoy se piensa que valemos por lo que tenemos y no por lo que somos o sabemos. Esto ha generado altos niveles de agresividad e intolerancia.
Igualmente se debe reflexionar sobre el papel de los padres de familia, la influencia de los medios electrónicos como el Internet y la convivencia en los hogares.
Es lamentable lo que está pasando, que pretendan resolver las diferencias, que además son pequeñas, a punta de agresiones físicas.
La invitación es a los rectores y profesores a que desarrollen un proceso pedagógico de diálogo, de construcción y de democracia.
Esta mal entendida rivalidad entre los estudiantes de planteles educativos, hoy toca a instituciones que hasta entonces se mantenían al margen de esta problemática.
Detrás de los enfrentamientos hay adultos que instan a las peleas y apuestan por ello.
No podemos estigmatizar a ninguna institución, la culpa no es de los colegios. Ante la falta de afecto y de presencia de los padres, los jóvenes se están refugiando en las barriadas, que no siempre son escenarios constructivos.
El Estado debe intervenir con rapidez en la formulación de soluciones. Están más preocupados por los presupuestos, por el MIO, por las macro obras de Bogota, por el canal del Dique y lo que se esperaba con los daños por la ola invernal, que por el futuro de los jóvenes.
Por causa de la violencia, muchos padres están fuera del país, secuestrados o incluso muertos, y los adolescentes quedan en manos de los abuelos, que están para amar o mimar, pero que no ejercen una verdadera autoridad.
Los padres les dan grandes cantidades de dinero a sus hijos para que guarden silencio cuando ellos son sorprendidos con una mujer diferente a su esposa.
Para que se queden callados los chantajean o les dan premios como viajes a San Andrés o les prestan los carros.
Charlas educativas y reflexivas son algunas de las alternativas de solución sugeridas por Andedep, el Ejército y la Policía Nacional, donde los mayores vuelvan a retomar las riendas del hogar y la autoridad sobre sus hijos. Esta iniciativa vincularía más a los progenitores con el aprendizaje de sus hijos.
Este es un problema que debemos resolver todos. Hay que tratar de formar conciencia ciudadana, de que ellos (jóvenes) sepan que pueden servir a la ciudad.
Hay que programar charlas para que el estudiante reflexione y sea consciente de que la violencia no es la mejor vía para enfrentarse con los compañeros, utilizando cuchillos. Eso genera más odio.
Es momento que las instituciones brinden su ayuda, a través de personal especializado, para que nuestros jóvenes se desahoguen, reflexionen y hagan acuerdos de convivencia mediante el diálogo.
¿Qué pasa con nuestros jóvenes? ¿Son los padres conscientes de lo que sus hijos hacen y con quién anda al salir de las casas? Esas es la pregunta que hoy muchos nos hacemos.
Hay que sumarle a todo un Estado que estimula y es complaciente con el consumo de licor. Además, algunos medios de comunicación motivan y propician, tanto los consumos, como los actos de violencia. Hay carencia de autoestima y dignidad; indiferencia frente al presente y al futuro; ignorancia respecto a las consecuencias del consumo. A muchos les excita la violencia.

1.17.2011

El hombre y el efecto invernadero causantes de la tragedia climática y ambiental

Los gases que producen el efecto invernadero, provocan que la radicación infrarroja del sol se retenga en el ambiente. Esto ocasiona que se caliente la superficie de la Tierra y la parte inferior de la atmósfera. Desde principios de siglo hasta hoy, la temperatura ya se ha incrementado en 0,5 grados centígrados. El dióxido de carbono (CO2) es el gas más importante de efecto invernadero. Las actividades humanas comunes, fundamentalmente la quema de combustibles fósiles -carbón, petróleo y gas- y la destrucción de los bosques, son las principales fuentes actuales de emisión de CO2 a la atmósfera. La generación de energía es la actividad que más combustibles fósiles consume en el mundo.
Hace relativamente poco tiempo que se ha reconocido que la deforestaciones una causa que contribuye a agregar una carga importante de dióxido de carbono y metano a la atmósfera. Esta situación se ve agravada por la rápida desaparición que están sufriendo las selvas tropicales. Sin embargo, durante muchos años, la desaparición de los bosques templados de los países desarrollados contribuyó enormemente a la emisión de gases de efecto invernadero. Una fuente adicional de emisiones de metano y CO2 a la atmósfera es la estimulación de la respiración de los suelos y la descomposición de la materia orgánica, que se verán aumentadas por el efecto del calentamiento de la atmósfera. La importancia de esta tercera causa de expulsión de gases es lo suficientemente importante para acelerar el calentamiento de la Tierra de forma apreciable.
Otros gases de potente efecto invernadero son el metano, cuyas principales fuentes son, además de las explicadas anteriormente, la agricultura y forestería intensiva, la minería de carbón y los escapes de gas en gasoductos, los Clorofluorcarbonados (CFC) y sus derivados, que tienen como fuentes principales algunos productos industriales, y los óxidos de nitrógeno, que se producen por multitud de causas, principalmente por la quema de combustibles fósiles y la utilización de fertilizantes químicos.
Si las tendencias continúan como hasta ahora, en los años 2030 a 2050 la atmósfera contendrá el doble de gases de invernadero que los que tenía a mediados del siglo pasado. Estas proyecciones se basan en las observaciones de la tasa de acumulación de CO2 y otros gases que atrapan el calor en la atmósfera, y en la suposición de que el calentamiento global no afectará dicha tasa. El efecto de la acumulación de esa cantidad de gases de invernadero será, según climatólogos, el calentamiento de la tierra en un promedio de 1,5 a 4,5 grados C. El calentamiento en los trópicos traerá un aumento leve en las temperaturas, pero se prevé una modificación sustancial en la cantidad y regularidad de las lluvias.
Se supone que el calentamiento será continuo y durará un tiempo indefinido, a menos que lo detenga la acción humana directa: Los científicos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), han demostrado que si no se pone remedio inmediatamente, la Tierra se encamina hacia un período de cambio rápido y continuo del clima, marcado por un calentamiento global a una velocidad extraordinaria. Los climatólogos y biólogos son capaces de predecir los efectos del aumento de la temperatura en la Tierra en 1 o 2 grados C. Sin embargo un aumento mayor en la temperatura lanzará al mundo a ámbitos climáticos que rebasan la experiencia y las predicciones de la ciencia y de los científicos.
Nadie puede predecir con detalle, por ejemplo, cómo se modificarán las corrientes oceánicas, o cuál será el alcance de que el Océano Ártico pierda los hielos, sobre todo en los climas de otros lugares. Tampoco se puede saber con detalles los efectos sobre los peces y la pesca, en la distribución de la tierra cultivable, ni los por menores de las consecuencias en los bosques, en los animales, o en la distribución de los parásitos humanos y de las enfermedades. Sin embargo, las predicciones generales, incompletas y muy a corto plazo de los expertos del segundo de los tres grupos de trabajo del IPCC confirman que los impactos pueden ser catastróficos.
El aparente mínimo aumento de la temperatura del planeta de 1,5 a 2 grados C que se prevé en el escenario más optimista, traería consigo, a nivel general, el incremento del nivel de los mares, con la consiguiente desaparición de ecosistemas costeros completos; las reservas de agua dulce se verían seriamente afectadas, se alterarían los patrones de pesca y aumentarían las enfermedades. Las consecuencias negativas las sufrirían todas las personas del mundo, en especial aquellas que viven en territorios vulnerables. Sin embargo, es impracticable resolver estos problemas que se plantean en un futuro cercano, si no se toman acciones inmediatas, drásticas y concretas.

1.11.2011

ALCOHOLIMETRÍA EN COLOMBIA

Resulta muy importante que los colombianos conozcamos bien las normas de tránsito, a fin de evitar estar en situaciones riesgosas, de ahí que no se dejen engañar ni perjudicar por los agentes de tránsito, sean responsables con las pruebas de alcohol en las vías.
Antes que todo, deben saber que el límite permisible en Colombia es de 4.0 (el internacional es de 6.0).
Suponga que usted se ha tomado una copa de vino y se ha comido unos “tacos”. La Policía de tránsito lo detiene cuando está manejando, le exigen la prueba de alcoholimetría y usted por decente y honesto, les dice lo que ha bebido, he aquí lo que sucede a continuación:
1. Con mala actitud el encargado le pide que se baje del vehículo.
2. Frente a usted abre un empaque sellado y saca una boquilla nueva que coloca en el medidor.
3. Le pide que sople. (Para el ejemplo aquí mencionado, digamos que vino + tacos = aproxoximadamente 1.8 de medición), mucho ojo, como saben que la gente se pone nerviosa, los agentes del tránsito se aprovechan y, lo conllevan a que usted cometa errores como este.
4. Le piden que sople de nuevo. No lo haga, porque si vuelve a soplar, los primeros gases que emitió se acumularán a su segundo soplido y la medición será ahora de aproximadamente 3.65. Le piden que sople otra vez, si lo hace, entonces el aparato marcará 5.46, el agente imprimirá el tiquete que emite el aparato, y con ello habrán construido, ipso facto, "pruebas" que demuestran que usted se pasó del límite permitido.
5. Con el tiquete impreso, ya perdió, porque se acaba de hacer acreedor a una multa de más de 500 mil pesos, la inmovilización del vehículo y hasta que le suspendan la licencia para conducir.
Al investigar sobre las sanciones administrativas resulta que: Nadie está obligado a soplar más de una vez, y mucho menos con la misma boquilla. En caso de dudas, los encargados tienen el deber de abrir una nueva boquilla para no acumular medidas. Pero recuerden que sólo pueden exigirle que sople por una sola vez.
Además, la Resolución 000414 de 2002 del INMLCF de Colombia establece que el equipo utilizado debe tener los certificados de calibración respectivos y vigentes, usted, como ciudadano tiene el derecho a exigir que le muestren tales certificados, y la persona que practica la prueba debe tener idoneidad y capacitación demostrable en el manejo del instrumento.
Vale la pena tener en cuenta estos detalles, aunque preferible si va a manejar no tome y si tomas no manejes.
Consecuencias legales de manejar tomado:
Grado 1: La licencia es suspendida entre ocho meses y un año.
Grado 2: La licencia es suspendida de dos a tres años.
Grado 3: La licencia es suspendida entre dos y 10 años.
Reincidencia: Se suspende la licencia de por vida.
Para los vehículos de servicio público, de transporte escolar o de los instructores de tránsito, la multa es doble.
Mejor, tome medidas sencillas:
*No ofrezca bebidas alcohólicas a quien va a conducir.
*Si tienen un grupo de amigos con el que siempre sale, establezca un sistema de turnos, de manera que haya siempre uno sobrio.
*Si todos toman, dejen el vehículo en el sitio y cojan taxi.
*Recurran a los servicios de conductor elegido para que los lleven y los traigan.