7.28.2010

A 200 años el gobierno colombiano debe reducir el hambre de su población

Los colombianos no se alcanzan a imaginar cuántas personas padecen hambre en el país y la poca efectividad de las políticas del gobierno para combatirla.
Recientemente la Unicef reveló que en Colombia 5 mil niños mueren cada año por causas relacionadas con desnutrición, y el problema del hambre va más allá.
Cuatro de cada diez colombianos sufrían en el 2.005 de inseguridad alimentaria, es decir, que no tenían alimentos suficientes de manera permanente, según lo reveló la Encuesta Nacional de Situación Nutricional del ICBF, el panorama para años venideros es desalentador.
“Se evidencia un bajo nivel de efectividad en términos de romper las tendencias crecientes de pobreza e inseguridad alimentaria, lo que pone de relieve una incapacidad política y técnica para utilizar los recursos jurídicos, humanos y financieros de manera efectiva”, dice sobre las políticas del Estado colombiano un informe reciente de la iniciativa de América Latina y el Caribe sin hambre, una entidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Aunque el gobierno tiene varios programas dirigidos a garantizar la seguridad alimentaria, carece de una verdadera estrategia integral para solucionar de raíz el problema del hambre.
Por ejemplo, Familias en Acción, da subsidios en efectivo a un millón 700 mil familias, con el fin de que tengan una dieta más balanceada y mantengan a los hijos en el colegio; el programa de restaurantes escolares y desayunos infantiles del ICBF, complementa la alimentación de los niños más pobres en las escuelas de todo el país; y la Red de Seguridad Alimentaria (RESA) asiste a familias campesinas para que cultiven la tierra y su alimentación sea autosostenible.
El problema es que estas estrategias, salvo la RESA, son puramente asistencialistas, según la FAO. “Hay que implementar programas de largo plazo que acaben con el hambre”, dijo Michele Espinosa, Coordinadora del Proyecto de Fortalecimiento de Seguridad Alimentaria de la FAO, por ejemplo, estimular proyectos productivos para que las familias mejoren sus ingresos en las ciudades. En lo rural, aunque la RESA es una buena idea, se sostiene de donaciones y no forma parte del presupuesto ordinario de la Presidencia.
Por todo lo anterior, aunque en el 2.000, Colombia junto con otros 88 países renovó el compromiso adquirido en 1.990 de reducir a la mitad del número de personas con hambre en un plazo de 25 años, lo más seguro es que no logrará cumplir con la meta de reducir el hambre en el 2.015.
55% de la población estaba por debajo de la línea de pobreza, según el indicador de pobreza del DNP. Es decir, los ingresos de estas personas eran insuficientes para adquirir una canasta básica de alimentos, en ese entonces el porcentaje de niños con desnutrición global era del 6.7%.
A 200 años de celebrar el Grito de Independencia de Colombia, aún existen cifras preocupantes que alertan sobre la problemática social de pobreza que vive el país. Actualmente, existen en Colombia 20,5 millones de personas en situación de pobreza y 7,3 millones escasamente tienen con qué comer una vez al día, reciben menos de un dólar diario.

7.05.2010

El Mundial de fútbol y el negativo impacto ambiental

Fútbol, fútbol y fútbol es lo que más se ve y escucha en el último tiempo, y claro, esto no nos sorprende para nada ya que estamos siendo testigos de un gran acontecimiento mundial que es una hermosa fiesta para muchos, nos referimos al Mundial de fútbol de Sudáfrica.
Pero lamentablemente, no solo hay alegría alrededor de este evento futbolístico, al ser una gran concentración que encierra un espectacular despliegue, la contaminación no está ausente, nos referiremos a un informe que muestra el impacto ambiental del presente Mundial de Fútbol. Este informe de impacto ambiental no es nuevo. Ya desde febrero del 2.008 se conocía, de un modo estimativo, cuánto iban a ser las emisiones de dióxido de carbono que iba a generar el Mundial de Sudáfrica. Y, de esta forma, pretendían que se tomarán las medidas necesarias para reducirlas o contrarrestarlas, ya que el principal perjudicado es el medio ambiente, en consecuencia, todos los seres.
Según el informe, realizado por la consultora internacional Pöyri y Randall Spalding-Fecher ha pedido de los gobiernos de Nigeria y Sudáfrica, 2.700.000 toneladas de dióxido de carbono es lo que este Mundial va a generar. De más no está recordar que el CO2 es el gas con efecto invernadero que más coopera con el malicioso calentamiento global, esta cantidad estimada en el informe, supera ocho veces a la cantidad de CO2 que se generó en el Mundial de Alemania 2.006.
Así mismo, los realizadores del estudio de impacto ambiental, luego del inicio del evento, han manifestado que la mayoría de sus recomendaciones no fueron tenidas en cuenta. En relación a los hechos conexos al Mundial que contaminan, debemos mencionar a los vuelos de avión, y esto es inevitable, muchas personas deben coger un vuelo internacional para llegar al lugar que alberga al Mundial de fútbol 2.010 e incluso las propias selecciones de fútbol. Este transporte internacional representa el 70% de las emisiones, siendo el 18% de éstas atribuidas al traslado en sí de un lugar a otro y el porcentaje restante a la energía consumida en los lugares donde las personas se albergan (hoteles, casas, etc.).
En este sentido, Randall Spalding-Fecher, coautor del informe, ha dicho que “La gran diferencia con Alemania es que Sudáfrica es un país mucho más grande y no tiene servicios de trenes rápidos para moverse entre las sedes”.
Cambiando el enfoque, en algunos lugares se realizaron diversos proyectos para reducir el impacto del daño ambiental (que si bien solo nombramos a las emisiones de CO2, hay varios hechos más), no obstante, según los realizadores del estudio, no fueron muchos ni tampoco existió una capacidad de implementar las recomendaciones que se dijeron en el informe.
Retomando los proyectos para reducir el impacto ambiental, hubo zonas reforestadas, instalación de paneles solares e incorporación de mecanismos para ahorrar energía, entre otros más. Para concluir, les dejo algunas declaraciones de los realizadores del informe: “La inversión en proyectos para mitigar el impacto es mínima, en comparación con todo el dinero que se ha invertido”
“La solución ideal para un evento internacional como éste es recaudar fondos de muchas maneras, ya sea añadiendo un impuesto a los pasajes de avión, de tren o recurriendo a los donantes para financiar proyectos de compensación”.