11.21.2011

Las CTA deben ir a revisión laboral

Las muchas comprobadas irregularidades e ilegalidades en que incurre un buen número de CTA, encuentran su caldo de cultivo en las protuberantes fallas en el control y vigilancia por parte del Ministerio de la Protección Social y de la Superintendencia de Economía Solidaria, los dos entes con poder sancionatorio.
Empezando por el ínfimo número de inspectores que hacen control: El Ministerio de la Protección tiene 424 inspectores a nivel nacional, absolutamente insuficiente si tenemos en cuenta que en Colombia hay 19´106.000 trabajadores. Sólo una mínima parte de los inspectores realizan visitas in situ, pues la mayoría cumple funciones de conciliadores o se dedican a resolver consultas. Lo otro es que funcionarios de la Supersolidaria carecen de competencia para proteger derechos laborales o imponer sanciones propias de los inspectores de trabajo, a lo que se agrega la falta de idoneidad en su formación.
Un agravante es que existe poca colaboración entre los inspectores de los dos entes, como lo señaló Jaime Montoya, asesor de la CUT Valle para el caso de las CTA de los corteros de caña: “Se chutan las responsabilidades. El Ministerio dice que la vigilancia de las cooperativas es responsabilidad de la Superintendencia, y ésta dice que es competencia del Ministerio.
Por ejemplo, la Regional Antioquia, a junio de 2010, había aprobado la constitución de 399 CTA, de las cuales 84 han sido visitadas en lo que lleva corrido del año y 12 sancionadas. A 10 de ellas se les sancionó por tener trabajadores en misión. Sin embargo cuando se le preguntó a uno de los inspectores si el Ministerio le comunicaba a la Superintendencia de Economía Solidaria cada vez que se investigaba o se sancionaba una CTA, respondió que no era lo usual notificarle, toda vez que la comunicación con la Supersolidaria no es muy frecuente dado su centralización en Bogotá.
Además, el Min-Protección Social no proporciona una formación adecuada a sus inspectores. Ésta no tiene como finalidad capacitarlos por especialidades dependiendo del ámbito de sus funciones, sino que suelen ser capacitaciones dirigidas a todo el personal y generalmente no son convocadas para mejorar el desempeño en las funciones de los inspectores, sino que son formaciones en materia de salud ocupacional o sobre gestión de calidad.
El escenario para el control y la vigilancia lo complica el hecho de que el propio Estado es uno de los mayores responsables en la proliferación de las CTA, especialmente en el sector salud, en hospitales públicos.
La autonomía, independencia y propiedad común de los bienes, son principios esenciales del cooperativismo de trabajo asociado. La normatividad busca que la explotación de bienes aportados por los asociados implica beneficios y desarrollo para la cooperativa.
Sin embargo, estos principios son letra muerta en la realidad, porque, en su gran mayoría, las CTA son organizaciones sin autonomía, financieramente muy débiles, sin poder de negociación ni capacidad de inversión, y sin poder de autogestión democrática. No son dueñas de nada, excepto de la fuerza de trabajo de sus asociados, que en esencia es lo único que venden.
En la investigación realizada con las CTA de las plantaciones de palma en el Magdalena Medio se lee: “Son los supervisores y mandos medios de las empresas quienes controlan las cooperativas, y en la práctica quienes las dirigen. Intervienen en el nombramiento de sus gerentes y ejercen el poder de veto sobre aquellos que resulten rebeldes o no sean de su complacencia. Además ponen límites al número de asociados. Lo mejor para las empresas es contratar con cooperativas pequeñas (entre 10 y 40 asociados) regadas en toda la cadena de la producción. Es el viejo truco de dividir para reinar, ya que con cooperativas grandes les sería más difícil imponer sus condiciones y potencialmente resultarían más perturbadoras”.
En el sector cañero sucede igual. Según datos de 2007, en Manuelita, donde se había pensado crear 6 CTA, se crearon 20, lo mismo que en Central Castilla. En Incauca hay 8 y en Providencia 10. Y hay CTA de sólo 40 corteros, que resultan fácilmente manipulables por las empresas, aparte de que su administración resulta más costosa.

11.15.2011

¿Qué hace un buen líder?

A diferencia de quien meramente gestiona una empresa u organización, un líder se encarga de promover el cambio dentro de ella. Lo concibe, lo proyecta, y se pone al frente para estimular a sus colaboradores en la dirección que su visión ha marcado. Gestores y líderes se precisan por igual. Unos (los gestores) llevarán con precisión y control a la práctica los nuevos rumbos marcados por los líderes (que no necesariamente están en la punta de la pirámide organizacional). Los otros (los líderes) estudian el horizonte interno y externo de la empresa, perciben las nuevas tendencias que ya emergen como puntas de un iceberg, recopilan multitud de información que proviene de innumerables fuentes, condensan claves y notas que empiezan a sonar con cierta fuerza, y cuando están convencidos de su urgencia, trazan el nuevo rumbo hacia la competitividad. Establecer esta orientación, guiada por una imperiosa necesidad de cambio y una poderosa creatividad para hacer frente a los desafíos existentes y por venir, forma parte del trabajo de todo líder moderno.
¿Cómo pueden empresas, organizaciones y profesionales, afrontar los constantes desafíos y un escenario de cambios permanentes? Sencillamente, siendo innovadores. Atrás quedaron las doradas épocas en que sólo contaba producir más, mucho más cada día. Hoy el escenario ha cambiado. Hay que recrear constantemente la forma de hacer negocios, mirando siempre hacia el cliente que, por lo general, nos observará muchas veces indiferente, como lo hace con el resto de los competidores. No debe extrañar que la empresa deba cambiar también. Es una entidad con vida propia y, por lo tanto, debe adecuarse a su entorno. El líder utiliza, para ello, una llave mágica: la creatividad.
Nada sirve para siempre, y mucho menos los conocimientos adquiridos hace décadas. Los títulos, que simbolizan niveles académicos alcanzados hace tiempo, no pueden sustituir, bajo su ala, la necesaria actualización profesional que a diario hay que llevar a cabo. Pero por otra parte, y en un escenario global cada vez más interdependiente, donde equipos de trabajo se arman y desarman para llevar a cabo proyectos con mayor nivel de complejidad y calidad, es preciso contar con una visión interdisciplinaria sumamente amplia, que servirá para moverse con soltura en distintos círculos. El líder concibe entonces su mente como un conjunto de piezas que pueden conformar distintas figuras, más que como un conjunto de figuras predefinidas. Su mente, entonces, es un conjunto de piezas, todas ellas intercambiables (algunas hasta desechables o reemplazables por otras), dignas de una nueva versión de sí mismo.
Quien se queja porque no obtiene mejores resultados al encarar sus asuntos, debería pensar antes en las causas que en los efectos. Si no cambian las causas, tampoco cambiarán los efectos. Si cada vez los resultados obtenidos son más pobres, uno debería reformular (total o parcialmente) la manera en que intenta producirlos. Como sabemos, todo cambio empieza en la mente. Primero, modificando nuestra actitud hacia él. Para que algo cambie realmente, debemos comprender y asimilar en nuestro interior la necesidad de modificar nuestras actitudes. Luego, y sólo luego, podrá cambiar nuestro comportamiento. Los resultados cambiarán con él.
El tiempo es el capital más valioso que podemos disponer. No puede regenerarse ni acumularse y, volátil como es, sólo nos permite usarlo o dejarlo escapar. Entonces, hay que usarlo provechosamente. Desde el punto de vista laboral, el tiempo es oportunidad de producir cosas. Muchas, si sabemos emplearlo; pocas, si lo dejamos correr en tareas improductivas.

11.08.2011

Crisis económica o sofisma de distracción

La Crisis programada desde el año 2008, ha seguido los alineamientos establecidos por los pronósticos dados por los monopolios económicos, dando como resultado una gran recesión económica en el primer trimestre del año, pero con expectativas de un resurgir de la economía para el segundo período.
Sin embargo, todo induce a la continuidad de esta crisis en los períodos subsiguientes, creando de esta manera más incertidumbre e inestabilidad en los sectores económicos.
Y aunque todo parezca oscuro en época de crisis, afirmando que ha afectado a casi la mayoría de los sectores económicos del País, el sector minero no ha sufrido las consecuencias funestas de una Crisis anunciada.
Situación que el Gobierno quiere aprovechar con la “Brillante Idea” de emitir más acciones de Ecopetrol, para financiar grandes proyectos de infraestructura en el país, ¡¡Sii, cómo no!!.
Esto es solo una excusa para acabar con el Patrimonio del País, y aunque todavía no se haya aprobado, esto en el Congreso es una “solución” planteada por el Gobierno de Colombia para su estudio y aprobación.
Una salida más dirigida a beneficiar a los peces gordos de la economía mundial, ¿O entonces quiénes serían los inversionistas interesados en adquirir dichas acciones?
Esta “Crisis” tampoco ha afectado al sector de la construcción, pues éste ha crecido y generado utilidades.
Esto es debido no solamente al apoyo del Gobierno con sus planes de vivienda de interés social, sino porque ellos se han aprovechado de una crisis para pagar unos de los peores salarios del País, complementadas con pésimas condiciones laborales a sus trabajadores.
Qué decir de cómo ha sido beneficiado el sector financiero con esta Crisis que ni siquiera le ha afectado la cartera morosa, pues ellos se encargan de cobrar con creces esos atrasos que han sido causados por la disminución del poder adquisitivo de los colombianos, embargando sus bienes para aumentar sus riquezas.
¡Claro! como proyectar un aumento mayor en la economía colombiana, si eso mismo implicaría un incremento mayor en el salario mínimo, situación que afectaría desfavorablemente a los que tienen el poder económico en sus manos, aunque ellos sean la minoría de los habitantes del País.
Ha sido entonces esta “Crisis económica” una inmensa cortina de humo para que aquellos que tienen más obtengan más, a costa de aquellos que se han creído el cuentico completo, de que ella afecta a todo el mundo y no hay quién se escape de ella.
Con todo ello se busca blindar cualquier puerta de acceso a cualquier indicio de oportunidades para la gran mayoría de la población Colombiana y así se resignen a esa mísera vida a que los han relegado las personas que están en el poder y serán entonces a quien afecta la Crisis económica en Colombia.
A la fecha escuchamos a la mayoría de las personas quejarse de esta mala situación económica y todo parece indicar que tal ha sido el impacto, que ha causado en los pensamientos de la gente que aún ha sido imposible desarraigarlos de allí, quedándose tatuados hasta que por fin, otros decidan que ya todo ha pasado, los mismos, que alguna vez hicieron la catastrófica predicción.
Entonces mientras la gran mayoría de las personas no solo de Colombia sino de todo el Mundo, siguen apretando sus cinturones y lamentándose por esta “mala racha”, los peces grandes aprovechan para alimentarse de ello y crecer aún más.