3.18.2013

El verdadero sentido de la amistad


Todos buscamos un amigo en el cual podamos confiar, una persona en la que podamos apoyarnos y contar con él en los momentos de alegría y tristeza, pero, ¿Dónde podremos encontrar a esa persona? ¿Quién realmente será el candidato para ser un verdadero amigo? Todos en algún momento de nuestra vida hemos sufrido una traición por aquellos que se decían ser nuestros amigos, los cuales nos dieron la espalda, nos fallaron y, lo más difícil, nos decepcionaron.
Déjame decirte que siempre que busques en alguna persona que no sea Dios,  estas características lamentablemente vas a ser defraudado, ya que el único ser que no cambia y que siempre está con los brazos abiertos para recibirte, no importando en qué condición estés, se llama Dios.
Vuelve ahora en amistad con Él, y tendrás paz; y por ello te vendrá bien. Job 22:21
Tal vez has sufrido la decepción de gente a tu alrededor en la cual creías; tal vez viviste experiencias amargas las cuales te llevaron a encerrarte en ti de manera que miras a todos por igual, pero, hoy quiero decirte que el amigo que estabas buscando se llama Dios y no sólo está en los Cielos sino también en tu corazón.
Cuando entablas una amistad con Dios empiezas a ser lleno de lo que estabas vacío, tu vida comienza a cambiar y nunca las cosas seguirán como antes.
Tal vez tuviste muchas amistades, pero algo si se decirte, ninguna de ellas supera la amistad con Dios ya que es la que te garantiza la paz que sobrepasa todo entendimiento y el bienestar integral que tanto has estado buscando.
Sin embargo, una amistad no se encierra en lo que puedas recibir de ella, sino en lo que tú puedas darle a él. Hoy es el día de volver en amistad con Dios, hoy es el día de volcar toda tu confianza en Él, hoy es el día de volverte amigo de Dios lo cual determina una amistad duradera, fiel y digna de confianza.
Los amigos son personas que te quieren, te ayudan, disfrutan contigo…
¿Tus amigos están ahí para contarles cualquier cosa?
Una buena fuente se conocerá en la sequía, un buen amigo en la adversidad.

3.11.2013

Colombia: ¿Somos en realidad un Estado Social de Derecho?


El documento  histórico más importante de las últimas décadas declaró que Colombia sería un Estado Social de Derecho. La Constitución Política de 1991, documento que consagra todos los derechos y deberes de los colombianos muestra una carta política de corte humanista y social, pero basada en un modelo económico neoliberal. La verdadera realidad  Constitucional, es que no hay un verdadero Estado Social de Derecho, hay un enorme abismo tan grande como el cañón de Chicamocha, entre los postulados que la conforman y la realidad que hoy vive nuestro país. Una cosa es la actual Constitución y otra muy diferente es la realidad nacional que pisotea todos nuestros derechos en ella consagrados; vamos a tomar como ejemplo algunos de los derechos que el actual Estado colombiano no ha podido garantizar a sus ciudadanos en 20 años.
El derecho principal de todo ser humano es el derecho a la vida, teniendo en cuenta que dentro de los fines esenciales que debe cumplir el Estado, aparece la protección efectiva de los derechos humanos y la creación de condiciones mínimas de convivencia entre nosotros los colombianos. El Estado no garantiza el derecho a la salud, pues para obligarlo a que realice una operación a un paciente, primero hay que incoar infinidad  de derechos de petición, tutelas e incidentes de desacato a las Entidades Promotoras de Salud (E.P.S); es decir, la única operación que se practica en el país después de estos engorrosos y acostumbrados trámites, es la necropsia. El derecho a la educación menos, pues es cada vez menor el número de colombianos que tienen acceso a la educación primaria, secundaria y ni hablar de la universitaria, la cual es un lucrativo negocio que está en manos de las instituciones privadas y no del Estado.
El Estado no garantiza el derecho a tener un salario mínimo legal justo, pues nos enseñaron magistralmente a sobrevivir, no sé cómo, mensualmente con $589.500 y cuando se insinúan anualmente reajustes salariales a favor de los trabajadores, se indignan los grupos económicos.
Artículos de nuestra Constitución Política, como el Art. 15, consagraron el derecho a la intimidad de las personas y el respeto por parte del Estado a su intimidad personal y familiar; y si vemos, esto sólo es una fantasía exegética, pues los organismos de vigilancia y de seguridad del Estado cada vez más se ven envueltos en escándalos de infiltraciones e interceptaciones ilegales a políticos de la oposición, líderes sindicales, periodistas y hasta magistrados de las altas cortes colombianas, cuando paralelamente este Estado social de Derecho prevé y anuncia a cuatro vientos que la correspondencia y demás medios de comunicación privada son inviolables y que sólo pueden ser interceptados o  registrados en casos muy particulares  y mediante una orden judicial que debe ser emitida por un juez de la República, sin mencionar el articulo 20 donde quedó plasmado que el Estado garantizaría a todas las personas de este colorido y folclórico país, su libertad de difundir sus pensamientos fueran los que fueran, opiniones y la de recibir informaciones y noticias veraces e imparciales, donde ellos mismos pueden fundar medios masivos de comunicación donde estos serían libres y con responsabilidad social, sin censura al mejor estilo de Tomás Moro y su utópico país.
Es contradictorio y paradójico lo arriba mencionado, si tenemos en cuenta episodios como el de la periodista, politóloga e investigadora Claudia López, quien fue destituida del diario de mayor circulación del país, el Tiempo, al dar y expresar sus opiniones sobre la manera sesgada como este medio cubrió el escándalo de Agro Ingreso Seguro, dejando en evidencia sus intereses comerciales en la adjudicación del tercer canal de nuestra novelesca, aburrida y cada vez más “social” televisión y los intereses políticos del diario respecto a su socio en campaña, el por esos días candidato y hoy presidente, Juan Manuel Santos.
La misma periodista  que en su columna denunció los vínculos del ex presidente Samper con el narcotráfico y los dineros que financiaron su campaña política, fue llevada hasta juicio por los delitos de injuria y calumnia, donde afortunadamente salió absuelta y prevaleció el derecho de libertad de opinión sobre el de la honra del ex mandatario.
Asombrosamente, hoy después de veinte años de vigencia de nuestra Carta Magna, seguimos inmersos aún dentro de la cultura formalista de la Constitución de 1886,  que desconocía los derechos sociales. En conclusión, Colombia no es, ni nunca hemos sido un Estado social de Derecho, no hay democracia participativa en Colombia, no son autónomos nuestros entes territoriales y deja mucho qué pensar cuando se dice que fuimos fundados en el respeto de la dignidad humana, el trabajo, en la solidaridad de las personas y mucho menos en la prevalencia del interés general.

3.04.2013

Colombia tiene que garantizar la sostenibilidad del sistema de salud


Desde hace 20 años, las personas que trabajan y están contratadas formalmente por un empleador, reciben aseguramiento con régimen contributivo, ya que se les descuenta parte de su salario, mientras que las que no están contratadas tienen acceso al régimen subsidiado si clasifican por el Sisben, indicó Juan Miguel Villa Lora.
Lo que ha sucedido durante estos 20 años, es que se ha puesto en riesgo la estabilidad del sistema, porque lo que acata la reforma a la salud que plantea el Ministro Gaviria,  es que actualmente las EPS, tanto del régimen contributivo como el subsidiado, están haciendo una intermediación de los recursos, que no le está conviniendo a los pacientes y a  la financiación del sistema, es decir, que en la actualidad el pago que hacen las EPS hacia los hospitales y clínicas por los tratamientos que la gente recibe, ha perjudicado al sistema. Por esta razón, se creará “Mi Salud”, una entidad pública que se encargará de la afiliación, el recaudo y la distribución de los recursos que actualmente financian los regímenes contributivo y subsidiado; lo que indica, que se elimina la intermediación financiera de las EPS y se crea un solo fondo que va hacer alrededor de 20 billones de pesos, encargado de administrar los recursos destinados al sector, pagando de forma directa a los hospitales y clínicas.
Por su parte, según Gaviria, las EPS podrán transformarse en “nuevos gestores”, y aunque ya no serán intermediarios financieros, podrán ser administradores de la atención básica y aseguradores de la atención especializada.
De acuerdo con el analista Villa Lora, “con este nuevo recurso también se elimina el Fosyga, entidad en donde se hacían los recobros por parte de las EPS, de los servicios no incluidos en el Plan Obligatorio de Salud, POS, y por donde se colaban más de dos billones de pesos al año, corrupción que fue denunciada por el Gobierno”.   
Cabe resaltar, que algo que va a garantizar la sostenibilidad del sistema con relación al Plan Obligatorio de Salud, es que se definirá claramente qué está por fuera del POS y qué hará parte del mismo.
En efecto, lo más importante de la reforma es lograr reducir las barreras de acceso y garantizar una mayor calidad, oportunidad, integralidad y continuidad de los servicios de salud.
En cuanto a la financiación, todos los prestadores que integran las redes, recibirán un giro directo mensual por un valor fijo y un monto variable atado a la información presentada y al desempeño.
Se hará un pago fijo a los administradores para la prestación completa de la atención a los usuarios en la red básica y garantizar el envío de la información requerida.
Por otro lado, hay que destacar, que el problema de la salud no sólo es en Colombia, sino que otros países como  Estados Unidos, también se han visto en aprietos, pues este tema es el dolor de cabeza de muchas administraciones en la actualidad. Mientras que otros países como Inglaterra se convierten en un ejemplo a seguir para el resto de naciones.
En este contexto, según Villa Lora, “comparando a Colombia con otros países desarrollados, el tema de la Ley 100 fue un modelo copiado de las experiencias chilenas que tenían también los regímenes contributivo y subsidiado y el POS; actualmente Chile se ha transformado, mientras que Colombia apenas busca hacer un revolcón en cuanto a su esquema de salud.
“En cuanto a Inglaterra, el caso británico es muy emblemático, porque en este país el aseguramiento y la prestación del servicio de salud es gratuito y la atención no es por citas, y solamente las personas tienen que esperar 40 minutos y si tienen gastos de transporte el centro de salud te los paga”, dijo Villa Lora.
Lo contrario pasa en Colombia, en donde se tiene unos regímenes con unos paquetes diferentes de servicios, ya que una persona en el régimen subsidiado no puede tener las mismas comodidades y atenciones que si ofrece el contributivo en algunos casos.
En conclusión, Colombia tiene que tratar de garantizar la sostenibilidad del sistema de salud a nivel financiero para  que los hospitales y las clínicas no quiebren y se preste un buen servicio para todos los usuarios en cualquiera de los dos regímenes que existen.