10.26.2015

Se garantizarán elecciones con transparencia

Por medio del Decreto 2033, el Ministerio de Interior determinó las medidas de orden público que se adoptarán para garantizar la seguridad y transparencia de los comicios del 25 de octubre, teniendo entre ellas la prohibición a los partidos, movimientos políticos y grupos significativos de ciudadanos, de realizar actos de proselitismo en espacios públicos y realizar perifoneos.
Sin embargo, dicha restricción no aplica para la publicidad política tanto en vallas, afiches y medios de comunicación, como tampoco para las avanzadas que la repartan en las calles.
“Toda la publicidad puede funcionar hasta el sábado que es el día antes de la elección”, afirma Felipe García, vicepresidente del Consejo Nacional Electoral.
García explica que durante la semana que inició el lunes 19 de octubre, “todas las concentraciones políticas tienen que ser en sitios cerrados y cubiertos” y que actos como marchas, caminatas o congregaciones en plaza pública están prohibidas por el decreto.
Otras Disposiciones: El día 25 de octubre se prohíbe toda clase de propaganda, manifestaciones, comunicados y entrevistas con fines político-electorales a través de radio, prensa y televisión, así como la propaganda móvil, estática o sonora.
Sin embargo, el votante podrá portar un elemento de ayuda, el cual deberá tener como medida máxima 10 centímetros por 5.5 centímetros, en un lugar no visible para recordar por quién votará.
La jornada electoral iniciará el domingo 25 de octubre a las 8:00 de la mañana y terminará a las 4:00 de la tarde, hora en la que se inician los escrutinios.
Durante la jornada electoral están prohibidos el uso de teléfonos celulares y cámaras fotográficas dentro de los puestos de votación, incluso para el caso de los testigos electorales, quienes pueden estar adentro del puesto de votación antes y después de la jornada.
Después de las 4:00 p.m., los testigos pueden usar cualquier tipo de ayudas como fotos o filmaciones. “Los escrutinios son públicos y a ellos se puede entrar con cualquier tipo de ayudas audiovisuales y tecnológicas”, afirma el magistrado.
Se contará con presencia del Ejército Nacional en todos los puntos de votación del territorio colombiano, en aras de garantizar un proceso libre y sin manejos politiqueros.

10.19.2015

El voto es un deber democrático y constitucional en Colombia

Como Colombia no tiene tradición de voto obligatorio, a cambio ha desarrollado un sistema de estímulos para que los ciudadanos que voluntariamente asisten a las urnas, puedan recibir incentivos por ejercer su derecho al voto, según la Registraduría Nacional.
Lo importante es que pida el certificado electoral en su mesa de votación y lo conserve, ya que este documento indica el número de la cédula, país, ciudad, puesto y mesa de votación del sufragante. Asimismo, contiene un número único que lo identifica y comprueba si el documento es legal, resalta la Registraduría.
De acuerdo con el Decreto 2559 de 1997, el certificado electoral es un instrumento público que “contiene la declaración del Presidente de la mesa de votación, del Registrador Distrital o Municipal del Estado Civil del lugar donde el ciudadano tiene inscrita la cédula de ciudadanía, y expresa que este cumplió con el deber de votar en las elecciones correspondientes”, publica la entidad.
El acceso a estos beneficios están estipulados en la Ley 403 de 1997, publicada por el Ministerio del Interior y que establece: “El voto es un derecho y un deber ciudadano. La participación mediante el voto en la vida política, cívica y comunitaria se considera una actitud positiva de apoyo a las instituciones democráticas, y como tal será reconocida, facilitada y estimulada por las autoridades”.
Además, la ley indica que cualquier ciudadano, sea o no funcionario, puede acceder a estos beneficios. El único requisito para recibirlos es la presentación del mencionado certificado electoral firmado por los representantes de la mesa de votación. Sin esta firma no tiene validez el documento.
El listado de estos beneficios que pueden ser verificados en el documento que publica el Ministerio del Interior y Justicia son:
1. El votante es preferido por las instituciones públicas o privadas de educación superior, frente a quienes no hayan votado, en el caso de obtener un empate en los resultados de los exámenes de ingreso.
2. Obtiene una rebaja de un (1) mes en el tiempo de prestación del servicio militar obligatorio si son soldados bachilleres o auxiliares bachilleres, y de dos (2) meses si son soldados campesinos o soldados regulares.
3. Es preferido, frente a los que no votaron, en caso de igualar el puntaje en una lista de elegibles para un empleo de carrera con el Estado.
4. Gana preferencia ante el Estado en la adjudicación de becas educativas, predios rurales y subsidios de vivienda ofrecidos en un concurso abierto y en los casos que se vea en igualdad de condiciones estrictamente establecidas.
5. Todo estudiante de una institución oficial de educación superior tendrá derecho, si ha votado, a un descuento del 10 % en el costo de la matrícula. Este beneficio no sólo se hace efectivo en el período académico siguiente a la votación, sino en todos los que continúan hasta las votaciones siguientes. Este descuento no aplica para estudiantes de instituciones educativas privadas.
6. Por una sola vez, obtiene una rebaja del 10 % en el valor de la expedición de su pasaporte y que sea solicitado durante los 4 años siguientes a la votación.
7. Descuentos del 10 % en el valor que se deba pagar por los trámites de expedición inicial y renovación del pasado judicial, la libreta militar, duplicados de la cédula de ciudadanía y del segundo duplicado en adelante.
8. Puede solicitar a la empresa en la que trabaja, o ante su empleador, una media jornada de descanso compensatorio y remunerado por el tiempo que utilizó para votar. Este es un beneficio que pocos conocen, tanto trabajadores como empresas, pero que está consignado en el Artículo 3 de la Ley 403 de 1997.

10.13.2015

Día de la raza en Colombia como epicentro de la diversidad étnica

El 12 de octubre, día festivo en Colombia conocido como “Día de la raza”, es una fecha en la que se conmemora el día en el que Cristóbal Colón llegó al continente americano en el año de 1492. Este memorable día recuerda el inicio del contacto entre las culturas de Europa y de América, en lo que se considera como el “encuentro de dos mundos”, que transformó las visiones del mundo y la manera de vivir tanto en los europeos como en los americanos.
La historia sobre el arribo de Colón a América es bastante particular, ya que se sabe que murió sin siquiera conocer que había encontrado un continente nuevo debido a que siempre creyó que había llegado a la India dando la vuelta al mundo. Nunca supo que se topó ante el continente americano, y luego de él, navegantes como Núñez de Balboa, Francisco Hernández de Córdoba y Juan Grijalval lograron recorrer otras tierras del norte. Por su parte, el florentino Américo Vespucio fue quién recorrió toda la costa norte de Sudamérica.
La riqueza histórica que tiene este día hace que cada año se trate de una fiesta a nivel nacional en la que se celebra la llegada de Colón a tierras americanas. Entonces, el “Día de la Raza” hace un llamado al análisis, al pensamiento y la reflexión de la situación que se vivió hace muchos años y que permitió que tengamos la vida que hoy en día tenemos, con una mezcla de razas que intentan convivir en armonía, como debe ser aquí y en cualquier otra parte del mundo.
En Colombia, esta celebración resalta cada vez más que nuestro país  es un privilegiado punto de confluencia en cuya geografía interactúa una multiplicidad de universos culturales, producto de la fusión y siglos de  convivencia no necesariamente en paz, pero sí con resultados positivos. Paralelo a los infaltables desfiles militares en nuestra nación, esta conmemoración cada vez más tiende a destacar los aportes culturales de los españoles, los indígenas y los afrocaribeños.
Es de recordar que el grupo étnico más numeroso de Colombia es el mestizo, el segundo grupo es el blanco, seguido por el afrocolombiano que representa la tercera parte de la población afrodescendiente más grande de América, a la que le siguen los indígenas. Aquí los conflictos que se dan son sociales, económicos o por posesión de tierras mas no étnicos, ni existen movimientos xenofóbicos o fundamentalistas como los que se están presentando en Europa, Estados Unidos y otros países.
Desde el Descubrimiento de América, en nuestro país conviven, en ejemplo de tolerancia admirable, todas esas etnias, fusionándose maravillosamente en un solo crisol de mestizaje los movimientos rítmicos y la fuerza africana con la inteligencia española, con las habilidades negociadoras de los árabes e israelíes, la alegría del  italiano, la sensualidad francesa y la minuciosa  laboriosidad de los orientales, entre otros.

10.05.2015

En el mes del artista nacional, aflora la incertidumbre salarial, de regalías y seguridad social

Es cierto que la Ley 881 de abril 13 de 2004 determina que en octubre se rinda homenaje a los artistas colombianos y ordena que durante el mes se promuevan los espectáculos y las exposiciones que expresen la creatividad y la autoría artísticas.
Además, esta ley corrige la errada consideración social de que sólo estimamos como tales a los cantantes, porque de manera expresa también incluye a todos quienes enriquecen nuestra cultura, exaltan la belleza y representan los sentimientos de Colombia: cantantes, músicos, compositores, bailarines, actores, pintores, escultores y autores de obras literarias.
Pero en una década de vigencia, todavía no empieza a cerrarse la brecha entre la realidad y la norma: sigue incierto el destino de los artistas.
Los festivales convocan al público a degustar la música y el folclor, pero pasado el jolgorio ocurre como cuando no se abona el terreno o no se vuelve a regar la semilla.
Nuestro país conservó el sentimiento artístico nacionalista, sin normas que lo pregonaran, cuando las cadenas radiales difundían el repertorio musical colombiano. Por eso en nuestra infancia se nos alegró el alma con pasillos, bambucos y guabinas.
¿Dirán esto mismo nuestros hijos en su vejez? Lo más seguro es que nuestros nietos nunca puedan identificar los ritmos de los años dorados de la música colombiana.
La Ley 881 de 2004 también adolece de fundamentos jurídicos que permitan exigir su cumplimiento; por ejemplo, en su artículo 4 le da la opción a las cadenas radiales y a los canales de televisión, para que “voluntariamente destinen espacios de difusión”.
Faltan leyes eficaces que garanticen a los artistas una vida digna y la seguridad social en su vejez.
De acuerdo a los artistas colombianos, durante muchos años se les ha incumplido en los aportes que por ley les debe entregar el ente recaudador en Colombia como es Sayco-Acinpro, lo cual no se ve reflejado en las altas sumas de dinero recaudado, frente a las limosnas que dan de manera inconstante; estas acciones son del pleno conocimiento del gobierno nacional, sin que exista pronunciamiento alguno que busque representar la dignidad de nuestros talentos, es como si nada les importara la situación económica y el llegar a una vejez sin ninguna clase de amparo social o económico.
Estas injusticias van más allá de lo planteado por los artistas nacionales, así por ejemplo, en las presentaciones de artistas internacionales en territorio colombiano, no se les tiene en cuenta para las actuaciones, y si lo hacen, el pago es una miseria, esto es deshonroso manifiestan los agremiados.
Para los actores no hay regulación de las jornadas laborales (que pueden extenderse hasta 16 horas diarias), ni sistemas de seguridad social (ellos mismos tienen que sufragar estos costos), ni honorarios justos, ni contratos estables. Los trabajadores del arte viven en la infamante situación del rebusque en la que se mueven, para vergüenza del país, otros sectores marginados de la sociedad.
Ahora bien, conseguir trabajo no es nada fácil. Lo corriente es permanecer vacante durante meses y más meses, o desempeñar papeles de poca monta. Si la telenovela repite su presentación, el actor no recibe regalías. La ley del embudo. Desde mucho tiempo atrás los actores vienen luchando por el reconocimiento de sus justos derechos, mientras gobernantes y legisladores se muestran de oídos sordos. Los “oídos sordos” se han convertido en un talante nacional.