2.09.2015

Los humedales no deben ser tema de celebración, se requiere de su conservación y protección

Por ser considerados ecosistemas estratégicos de gran importancia, la CVC debería prestar especial atención sobre los humedales del departamento. De acuerdo al último inventario, en el Valle del Cauca existen 73 humedales (13 en Cali y 56 en el resto del departamento), de los cuales 4 son temporales (Ciénaga Guare y Ciénaga Santa Ana, en Bolívar; Laguna Ibis, en Cali y Ciénaga Vidal, en Yotoco).
Además de ser el hogar de una amplia diversidad de especies de flora y fauna (peces, aves, reptiles y mamíferos), los humedales actúan como relictos que mantienen el equilibrio natural y la regulación hídrica.
Para conmemorar el Día Mundial de los Humedales, la CVC realiza cada año actividades académico-ambientales que incluyen recorridos por humedales y charlas sobre la importancia del estos ecosistemas, pero se requieren más y mejores acciones puntuales en su preservación, conservación y mantenimiento, ya que estos espejos lagunares son de vital importancia para una gran multitud de especies, aun en vía de extinción, quienes encuentran en estos sitios su hábitat.
Los humedales son los ecosistemas más productivos del mundo. Su característica determinante es la disposición constante o temporal de agua a lo largo de todo el año, esta situación favorece el desarrollo exitoso de una amplia diversidad de flora, fauna y microorganismos que interactúan en complejas relaciones para mantener un equilibrio ecológico de alta fragilidad. En Colombia, factores como régimen climático, complejidad orogénica y ubicación biogeográfica se han combinado de forma excepcional para permitir que el recurso hídrico sea abundante y modele el paisaje tropical formando ríos, estuarios, pantanos, ciénagas y lagunas, entre otros.
Los humedales son sistemas vivos que requieren un manejo sostenible, impulsado por el desarrollo de investigaciones biológicas que permiten dilucidar su funcionamiento, de tal forma que el hombre acceda a disfrutar de los múltiples servicios ambientales que estos sistemas proporcionan; por lo tanto el hombre, como beneficiario directo o indirecto, tiene la obligación de velar por su restauración y/o conservación a fin de evitar la pérdida o disminución de estos hábitats, lo cual afectaría drásticamente los altos índices de biodiversidad que en la actualidad sustenta nuestro país.
Colombia es uno de los cuatro países con mayor disponibilidad de recursos hídricos del planeta, su estratégica posición continental en medio del trópico, la ha dotado con dos grandes extensiones de agua marina que bañan la costa Pacífica y Caribe; sobre su superficie corren innumerables sistemas de agua dulce que nutren cada rincón de nuestra geografía. Se puede considerar esta situación como ventajosa para nuestra sociedad, aunque no debemos asumir posiciones utilitaristas e insostenibles respecto a la cantidad, calidad y disponibilidad de agua puesto que, como compuesto indispensable para la vida, crea y mantiene una amplia gama de ambientes ocupados por gran diversidad de plantas, hongos, microorganismos y fauna silvestre tanto acuática como terrestre, que interactúan en intrincados sistemas ecológicos, de los cuales depende directa o indirectamente el hombre.
Cuando las condiciones ecológicas de los ambientes acuáticos no han sufrido alteraciones drásticas e irreversibles, se presenta en ellos una compleja red trófica, producto de su desarrollo evolutivo a través del tiempo y el espacio; la base de tal red se apoya en la existencia de una singular composición florística, situación que resulta atractiva para diversos grupos de fauna silvestre que aprovechan la oferta de refugio y concentración constante de alimento en la zona. Es muy probable que en cada uno de estos sistemas se encuentre algún nivel de endemismo biológico (organismos cuya distribución geográfica es restringida) aún sin descubrir, condición que aumentaría significativamente la importancia de ecosistemas de humedales.