6.22.2009

Editorial Edición No.372

Llanto, dolor, luto y tristeza en Colombia por homicidio de niños
Desalentador panorama se viene presentando en Colombia con la arremetida por parte de miembros de las mismas familias contra los niños.
A juzgar por los últimos hechos presentados, donde los medios de comunicación debemos registrar atrocidades como la reciente, donde una mujer sin pudor ni temor de Dios, aceptó que le quitaran la vida a una inocente criatura de escasas horas de nacida; esto es lamentable en un país donde diariamente nos ufanamos en precisar que los niños son el futuro de este país, pero no hacemos nada para evitar los abusos que ante las miradas atónitas y complicidad de unos salvajes, se cometen contra esta indefensa población.
Hasta cuándo debemos registrar estos absurdos contra estas pequeñas criaturas, sin que el Estado colombiano adelante acciones tendientes en evitarlos? Dónde está el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar que no opera en estos casos? La pregunta que debemos hacernos ahora es, por qué la iglesia católica se ha olvidado del papel fundamental que realizó en otrora con las comunidades, evangelizando puerta a puerta, donde los sacerdotes como pastores de la Iglesia dialogaban más con las familias y se lograban conocer de situaciones, donde ellos con su investidura contribuían en la solución de los conflictos sociales, intrafamiliares y de comunidad.
Estamos en manos de un poder ejecutivo, donde el presidente de la república, Doctor Álvaro Uribe Vélez, cada vez que sale en sus alocuciones presidenciales, sólo manifiesta como tema central el incremento en los impuestos, y sobretasas para favorecer las instituciones armadas del Estado y se olvida de la inversión social.
Colombia sin lugar a dudas se ha preparado en los últimos años para combatir contra la insurgencia, el narcotráfico, para proteger el dominio político, económico y la hegemonía del poder único representado en el Presidente, llevándose en su paso todo lo que se le atraviese y deja de lado el factor primordial que es la sociedad, representada en la gente, aquellos que sentimos, que somos de carne y hueso; o será que al mandatario nacional se le olvidó que cada que hablaba ante los medios lo hacía con una frase de cajón: "en estos huesitos y esta carnita", refiriéndose al dolor que supuestamente siente cada que sucede un hecho lamentable en el país del sagrado Corazón de Jesús.
Por qué tanta falsedad y demagogia barata en el Congreso Colombiano y en nuestros dirigentes políticos, cada vez que manifiestan defender las comunidades; será que no han leído la Constitución Política del país, que expresa puntualmente que las instituciones del Estado deben velar por la vida, seguridad y honra de los Colombianos?.
Es el momento de llamar la atención del gobierno nacional, sin contemplaciones para que dinamice un proceso de humanismo en todo el territorio, empezando por los gobernantes, para que protejamos los niños de esta encrucijada en la que se encuentran... despertemos compatriotas antes de que sea demasiado tarde y hagamos algo benéfico por nuestros niños.