2.22.2016

Desnutrición, sed y olvido padecen comunidades naturales en Colombia

El periodista colombiano Gonzalo Guillén, reveló la tragedia que ocurre en el departamento de La Guajira, donde miles de niños han muerto por desnutrición. A la fecha esto sigue sucediendo y lo peor, comienza a expandirse.
La dramática situación de los niños que mueren por desnutrición en Colombia continúa y se extiende, amenazando con convertirse en un problema endémico.
Así lo alertó la Defensoría del Pueblo de ese país tras conocerse la muerte de un pequeño de un año en el departamento de Arauca (norte) donde seis niños más están en riesgo de correr con la misma suerte.

“Que la situación salga del departamento de La Guajira y se convierta en un problema endémico en otras regiones, nos preocupa altamente”, apuntó. 

Una enfermera hizo el recorrido con la Defensoría por el resguardo de San José de Lipa, de la comunidad indígena Hitnú de Arauca. Allí se dio cuenta de que hay seis niños más con patologías de desnutrición crónica, erupciones cutáneas, conjuntivitis, neumonía, gastroenteritis y bronquitis.
Unos 4 mil 770 indígenas del pueblo Wayú, habitantes de la Guajira colombiana, murieron de hambre en los últimos 8 años y más de 34 mil se encuentran en estado de desnutrición. 
No basta con la situación, sino que además les habían negado la atención médica por la falta de un documento de identidad, algo que a la luz de las normas es abiertamente ilegal.
Medios locales informaron que en menos de una semana dos menores Wayuu fallecieron por desnutrición en clínicas de Barranquilla.
Uno de ellos tenía tan sólo 11 meses y su peso era de una recién nacida (4.000 gramos). Duró 10 días en la Unidad de Cuidados Intensivos por presentar desnutrición severa, a pesar de los intentos de los especialistas, la pequeña no alcanzó a cumplir su primer año, murió el pasado sábado.
Tres días después se registró el otro caso, un niño de 10 años quien padecía una patología pulmonar, pero el alto grado de desnutrición y sus bajas defensas afectaron su situación.
Ambos pequeños procedían de distintos resguardos de la comunidad indígena Wayuu de La Guajira, donde lo esencial de la vida es escaso: agua y comida. Además no cuentan con centros de salud por lo que deben acudir a otras ciudades.
Esto simplemente es la triste historia de miles de niños que han muerto por esta causa en un país que presume de modernidad, donde la cifra de niños muertos en La Guajira no es muy lejana a la de Ruanda, en África.
Allí la tasa de mortalidad de menores de cinco años por cada mil nacimientos es de 55, según el Banco Mundial, mientras que en La Guajira es de 45.
“La experiencia de desnutrición en Colombia es igual que en Etiopía”, dice Alicia Genisca, médica pediatra estadounidense que ha trabajado en países de África y ahora atiende a los niños con desnutrición crónica en el corregimiento de Mayapo en La Guajira, reseña la revista Semana.
Colombia es un país que aspira ingresar al club de los países ricos, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) cuya misión es “promover políticas que mejoren el bienestar económico y social de las personas alrededor del mundo”.