5.12.2014

Tradicional celebración, que se viva en familia

Este hecho aislado se vio acompañado por la iniciativa de una joven, Anna Jarvis, hija de Anna Reeves Jarvis, una activista comunitaria de Virginia Occidental, que hacia 1858 tuvo activa participación en la organización de las mujeres para trabajar en la mejora de la sanidad pública en las comunidades Apalaches durante la Guerra Civil Estadounidense, colaborando también en el cuidado de los heridos de ambos lados de la contienda y, más tarde, organizando reuniones para que los antiguos enemigos se integraran y confraternizaran. 
Anna, que perdió a su madre en 1905, comenzó a enviar cartas a políticos, abogados y otras personas influyentes solicitando que se consagrara Día de la Madre el segundo domingo de mayo (el cual algunos años coincidía con el aniversario de la muerte de su madre). 
Para 1910 ya se celebraba en muchos estados de la Unión, y en 1912 logró que se creara la Asociación Internacional Día de la Madre con el objetivo de promover su iniciativa. 
Finalmente, en 1914, el Congreso de Estados Unidos aprobó la fecha como el Día de la Madre y la declaró fiesta nacional, lo cual fue apoyado por el Presidente Woodrow Wilson. 
Más tarde otros países se adhirieron a esta iniciativa y pronto Ana pudo ver que más de 40 países del mundo celebraban el Día de la Madre en fechas similares. 
Sin embargo, la festividad impulsada por Ana Jarvis comenzó a mercantilizarse, de manera tal que se desvirtuaba el origen de la celebración. Esto motivó a que Ana presentara una demanda, en 1923, para que se eliminara la fecha del calendario de festividades oficiales. Su reclamo alcanzó tal envergadura, que hasta fue arrestada por disturbios durante una reunión de madres de soldados en lucha, que vendían claveles blancos, el símbolo que Jarvis había impulsado para identificar la fecha. 
Ana luchó con insistencia contra la idea que ella misma había impulsado, perdiendo todo el apoyo de aquellos que la acompañaran inicialmente. En un reportaje que le hicieron antes de su muerte Ana mencionó su arrepentimiento por haber impulsado el Día de la Madre.
La celebración más antigua del Día de la Madre es mitológica. Empezó en la Grecia antigua, por las festividades en honor a Rhea, la madre de los Dioses Júpiter, Neptuno y Plutón.
A principios del siglo XVII Inglaterra empezó a dedicar el cuarto domingo de la Cuaresma a todas las madres operarias. En este día ellas eran dispensadas de sus trabajos para que pudiesen quedar en casa con sus hijos y sus madres. En este día denominado “Domingo de Servir a la Madre”, se celebraba con la preparación de un cake (torta).
Madre no hay más que una. Ellas son las que cuidan de sus hijos, los ven crecer y están dispuestas a todo por ellos. Por ese motivo, el Día de la Madre se celebra para agradecer todo lo que ellas hacen por sus hijos.  Pero, a veces, acertar con un detalle que logre sorprenderlas y cautivarlas puede convertirse en una tarea imposible para hijos y parejas. Dios bendiga a todas las Madres en su día.