10.19.2010

La discriminación laboral frena la economía del país

Ser joven es la mayor causa de discriminación laboral en Colombia, según se desprende de estudio realizado por Latinobarómetro. El 50% de los consultados consideró que las posibilidades de conseguir empleo de un menor de 30 años son menores comparadas a las de una persona mayor a esa edad.
Según el estudio, más de la mitad de la población colombiana (54%) dice que el motivo de discriminación a un joven es por la manera de hablar o el acento, seguido por el lugar de residencia (39%).
La comparación tomando el resultado de todas las consultadas tiene algunas diferencias. El promedio señala que el más discriminado a la hora de ser contratado para un trabajo es aquél que sea menor de 30 años (35%), seguido por ser extranjero (28%). En tercer lugar, se ubica como factor de discriminación ser mujer (15%) y en el último lugar aparece el que tiene distinto color de piel (11%).
Algunas de las formas "recién conocidas" son las basadas en la edad de los trabajadores, especialmente cuando son demasiado jóvenes o viejos; la discriminación basada en la orientación sexual; en la discapacidad y "en el hecho o en la apariencia de estar infectados con VIH/sida".
Entre estas formas de marginación están la basada en factores genéticos y la fundada en el estilo de vida, sobre todo en contra de quienes presentan sobrepeso o adicción al tabaco.
En el análisis denominado “la igualdad en el trabajo”; afrontar los desafíos que se plantean, la OIT sostiene que ahora es más "urgente" que hace cuatro años combatir estas prácticas, porque "la existencia de desigualdades en los ingresos, los capitales y las oportunidades diluyen la eficacia del combate a la discriminación y pueden provocar que se frene el crecimiento económico".
Precisa también que los recientes e incipientes estilos de discriminación no sólo son argumentos para hacer diferencias en los lugares de trabajo o para frenar ascensos, sino también realizar despidos.
Destaca que la discriminación ejercida sobre los jóvenes se traduce en que se les ofrecen menores salarios, prestaciones, oportunidades, contratos eventuales y se les aplican periodos de prueba más largos, mientras que a los de mayor edad, por aplicar prejuicios mediante los cuales se los considera menos productivos, lentos, pocos adaptables y de salud frágil, se les reconfiguran arbitrariamente sus labores habituales o se les presiona para que se jubilen.
El organismo expone que ser mujer continúa siendo una de las formas "tradicionales" para discriminar en muchas naciones, tanto en países desarrollados como en proceso de serlo, y las formas en que se manifiestan estas prácticas no sólo se limitan al hostigamiento laboral o sexual, sino también en desempleo femenino y percepción de menores sueldos por trabajo y responsabilidades iguales.
La OIT refiere que la imposibilidad de ocupar puestos de gran responsabilidad también evidencia la desigualdad, y que en el mundo las mujeres apenas ocupan "28.3 por ciento de los puestos de trabajo" bien remunerados y de importancia, tales como legisladoras, funcionarias de alto rango o gerentes.