8.31.2015

Colombianos a un paso del puente fronterizo, en medio de una discordia interna venezolana

Cuando el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, tomó en la noche del pasado miércoles la decisión de cerrar ese linde que marca el puente internacional Simón Bolívar, los ciudadanos de ambos lados lo lamentaron conscientes de que buena parte de sus vidas iban a verse diametralmente modificada.
Todo comenzó por una balacera. El pasado miércoles 16 de agosto, el presidente Nicolás Maduro ordenó cerrar por 72 horas la frontera con Colombia, en San Antonio del Táchira y Urueña; una decisión que cayó como un baldado de agua fría.
De acuerdo con Maduro, su orden respondía al ataque del que fueron víctimas tres militares y un civil venezolano, cuando los uniformados realizaban un operativo de control anticontrabando.
Estas cuatro personas, dijo Maduro, fueron “atacadas por la espalda” por dos motorizados “en un operativo muy a la usanza del paramilitarismo, con armas largas.
El gobernador del Táchira, José Vielma Mora, especificó que el enfrentamiento se produjo cuando los uniformados interceptaron a unos presuntos contrabandistas con “un cargamento de mercancías listo para llevar a Colombia”.
Dos días después, el viernes pasado, Maduro tomó una decisión aún más dura: extender el cierre de la frontera por 60 días y además instalar estado de excepción en la zona.
Es decir que con ello, Maduro daba vía libre a la prohibición el porte de armas y autorizó allanamientos y escuchas telefónicas sin orden judicial, entre otras medidas.
Ordenar el estado de excepción también le dio dientes a Maduro para realizar amplios operativos de repatriación.
Desde el día que inició esta crisis, 1.113 colombianos han sido deportados. 
Migración Colombia reveló que alrededor de 3.800 colombianos han sido expulsados, deportados o repatriados desde Venezuela en el 2015. La cifra duplica los 1.820 del año pasado.
De acuerdo con estadísticas oficiales, unos 5 millones de colombianos viven en Venezuela, país que aumentó sus controles migratorios en medio de la crisis social y política que enfrenta.
Unos 315.000 colombianos han ingresado en Venezuela en lo corrido de este año, de los que 307.000 regresaron y unos 8.000 no lo hicieron, según datos oficiales y que contrastan con los presentados el jueves por el presidente de ese país, Nicolás Maduro.
El mandatario venezolano dijo que más de 121.000 colombianos se han establecido en su país este año en busca de mejores condiciones de vida, pero los datos de Migración Colombia muestran que en realidad son menos del 10 % de esa cifra.
De  los 315.000 ciudadanos que viajaron a Venezuela este año, el 70 % lo hicieron como turistas y la mayoría regresó, según los datos de Migración Colombia, la entidad que controla el flujo de personas en las fronteras.
La dicotomía de rabia y asunción de la realidad binacional en la urbe se ejemplifica en el centro del puente Simón Bolívar, donde unidades especiales de la Policía colombiana y la Guardia Nacional venezolana, separadas por una alambrada, se miran desafiantes con armas largas en una escena que recuerda al Berlín de la Guerra Fría.
Sin embargo, los vínculos emergen y agentes de uno y otro lado dejan ocasionalmente las miradas tenebrosas para charlar en los laterales del puente. La vida, el tórrido clima y el trato con sus superiores copan sus conversaciones. Igual que las de dos viejos vecinos.