4.21.2014

Hagamos de esta Semana Santa un espacio para meditar y reflexionar

“Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida”.
En esta semana el mundo entero conmemora la muerte de Jesucristo el Hijo de Dios, el cual vino a la tierra tomando forma de hombre y sin experimentar pecado murió por cada uno de nosotros para darnos vida eterna.
A esta semana en especial le llaman: “Semana Santa”, pero ¿Será que verdaderamente es una Semana Santa para nuestra vida?; en especial en esta semana todo mundo tiene vacaciones, las cuales utilizan para ir con la familia a la playa, a ciudades o pueblos a visitar a sus familiares o para simplemente descansar en casa, otras personas utilizan esta semana para ir de fiesta con sus amigos y realizar acciones que no tienen nada que ver con la santidad que debería reflejar esta llamada “Semana Santa”.
Lastimosamente en casi todos los países se incrementan en gran manera las muertes de personas que debido al alto consumo de alcohol o drogas se ven envueltos en diferentes accidentes automovilísticos o situaciones que les llevan a la muerte; los hospitales se llenan de personas que sufren cualquier clase de percance, las personas ahogadas en las playas aumentan y así un sinfín de situaciones que lejos de denotar santidad demuestran la falta de reconocimiento y temor que el hombre tiene de Dios.
Personalmente no celebro una semana especifica como “Semana Santa”, porque desde que conocí a Cristo he entendido que cada día, que cada semana, que cada mes o cada año tiene que ser lleno de santidad de mi parte hacia a Dios. Yo no puedo estipular una sola semana para consagrarme a Dios por lo hermoso que ha sido al dar su vida por mí, al contrario mi vida debería ser una ofrenda agradable a Dios en mi manera de vivir, demostrando con esto el agradecimiento que tengo al hecho de que Jesús dio su vida por mí.
Amado hermano, Dios no se merece sólo una semana de agradecimiento o de consagración, al contrario el sacrificio que Jesús hizo por ti deberíamos de recordarlo a diario para evitar caer en el pecado y pisotear dicho sacrificio. Cada día de nuestra vida tendría que ser una razón más para valorar el hecho de vivir en santidad, pues esa es la voluntad de Dios al salvar nuestra vida.
Es momento de reconocer que Dios anhela de mí una vida santa que no tiene que estar sujeta a una sola semana al año, sino a un modelo de vida que debo seguir tratando de imitar a Jesús. Te invito a que no dediques solo una semana a buscar de Dios o a tratar de vivir santamente, sino que cada día que te levantes puedas experimentar la misericordia de Dios y puedas reconocer que el sacrificio de Jesús en la cruz del calvario fue tan grande que no te alcanzarán los días de tu corta vida acá en la tierra para agradecer el precioso acto de amor que realizó por ti y por mí.
¡Cuánto cuesta llegar hasta el Calvario! Tú también has de vencerte para no abandonar el camino… Esa pelea es una maravilla, una auténtica muestra del amor de Dios, que nos quiere fuertes, porque la virtud se fortalece en la debilidad.
Entre los ejemplos que dio Jesús de Nazaret durante estos días podemos citar el de mantener la dignidad al enfrentar las mayores tribulaciones, el perdonar la traición por comprender la debilidad, mantener la ecuanimidad ante los mayores retos, comportarse compasivamente hasta con sus mayores enemigos, la fidelidad a sus ideales ante las mayores tentaciones, y así muchos otros, pero, tal vez Su mayor ejemplo fue el de mantener la confianza en Dios aun a costa de Su propia vida y mediante ésta dar fe de la supervivencia del alma más allá del plano material.