11.05.2013

La nueva reforma a la salud, un tema que enferma a Colombia

La reforma a la Ley 100 de 1993 no termina de convencer a los estudiantes de especializaciones clínicas, a los internos, a los hospitales, a los médicos, enfermeros, salubristas y al sector salud en general. Así se demuestra en las marchas que se realizarán en las principales ciudades del país.
¿Qué es lo que incomoda? Desde cuando comenzaron los debates en el Congreso sobre la reforma, diferentes sectores del gremio se han expresado en contra de lo propuesto, pues aseguran que esto mantiene y fortalece el negocio que se ha creado en torno a la salud, contrario a lo que sostiene el ministro Alejandro Gaviria.
Pero el punto que más molesta al gremio es la propuesta de Gaviria sobre las especializaciones médicas. El ministro ha dicho que para acabar con esta “mafia”, término que ha utilizado para referirse a los especialistas, es necesario permitir que sean los hospitales y no las universidades las que formen a los residentes para lograr que las elecciones sean a dedo.
El capítulo con esta información fue agregado a la reforma a finales de agosto y, desde entonces, la inconformidad con el proyecto de ley ha aumentado. A esto se suma que hace dos semanas fue aprobado por el Senado y pronto será debatida por la Cámara de Representantes.
El ministro defiende la propuesta argumentando que hay muy pocos especialistas en el país y que uno de los obstáculos es la manera en la que las universidades escogen a los residentes, que son los estudiantes de especializaciones médicas.
“No hay que ser muy suspicaz para pensar que estos pocos especialistas cobran mucho por su trabajo (hasta 25 millones de pesos, sin ser de planta) y, aparte, son un eslabón en esa cadena que no deja entrar a más gente”, determinó Gaviria.
En entrevista con Semana.com, el senador Armando Benedetti aseveró que apoya al ministro y la reforma, pues considera que esta modificación está relacionada con el tema financiero.
“Es para que los médicos tengan mayores funciones públicas y para pagarles mejor. Eso no es un cartel, es una mafia con la que se busca acabar, porque las juntas de médicos deciden cuántos y cuáles son quienes entran a los programas. Vamos a democratizar el sistema y a hacer que todos tengan los mismos derechos”, aclaró Benedetti.
Sin embargo, lo que le preocupa a este gremio es que al ser las instituciones prestadoras de salud quienes tengan las especializaciones y no las universidades, se pierde la formación teórica y ética.
El presidente de la República, Juan Manuel Santos, le pidió a la Cámara de Representantes que discuta la reforma a la salud con todos los actores involucrados, pero que no se vayan a tomar otros siete meses para discutir la iniciativa.
“La Cámara de Representantes hará audiencias para escuchar a los insatisfechos, a los sectores que no están contentos con el tema para que lo hagan con toda la diligencia y la apertura necesaria. Escuchar a los interesados es fundamental para la reforma, pero les he pedido a los miembros de la Comisión Séptima que procedan con la mejor rapidez posible, sin afán, pero que no se vayan a tomar los siete meses que les otorgó el Senado porque el sistema necesita mejorar rápido”, dijo el mandatario.
Otra preocupación expresada es la privatización del capital que tendrá como efecto la intermediación, “porque va a fortalecer las EPS”, además de la privatización de los hospitales, que encarecerá más la salud: “El 70% de los hospitales está en riesgo medio y alto de crisis y el gobierno, en vez de tener un plan de salvamento como lo hizo con el sector financiero, pretende liquidarlos”.