3.14.2011

Mitos y argumentos que no corresponden a la realidad de la minería en Colombia

Las últimas semanas la minería de oro a gran escala ha estado en la mira de los medios de comunicación. Algunas de las informaciones publicadas han recogido verdades a medias, mitos y argumentos que no corresponden a la realidad.
Esto ha generado falsas y tendenciosas alertas en la opinión pública, surgidas del desconocimiento sobre la minería moderna, responsable y sostenible. La minería moderna y tecnificada no sólo es compatible con el cuidado del medio ambiente, sino que puede ser la mejor garantía para su protección frente a las extracciones ilegales de minerales.
Claudia Jiménez, Directora Ejecutiva del sector de la Minería de gran escala, subraya que afirmaciones falsas como "Si el Ministerio del Medio Ambiente autoriza la explotación de oro, los ríos se contaminarán con cianuro"; "si se llegase a desarrollar el Proyecto Angostura está en alto riesgo el acueducto de Bucaramanga", o "sólo se quedará en el país una mínima parte de los dólares frente a las ganancias de la multinacional", suman a los prejuicios y la desinformación, y se convierten en un obstáculo para el desarrollo de las comunidades y las regiones de la mano de una industria que es responsable y tiene un compromiso con la sostenibilidad.
Jiménez asegura que afirmaciones de esta índole muestran desinformación técnica. En Colombia hay poblaciones que tienen tradiciones antiguas en minería, como los municipios de Vetas y California en Santander. Desafortunadamente la explotación en el país no ha utilizado alta tecnología para su realización. Es más, hay presencia de minería ilegal, que de hecho hoy representa 85% del oro extraído en el país, que deforesta y envenena las aguas con manejo inadecuado de mercurio y de cianuro, y adicionalmente deja a su paso violencia e inequidad, pues no implica diálogo con las comunidades, pago de regalías o impuestos, generación de capacidades locales o cuidado sostenible de los recursos naturales.
Es necesario diferenciar, asegura Jiménez, entre las prácticas mineras artesanales, informales e ilegales, y la minería, moderna y responsable, en donde está presente el compromiso con la sostenibilidad ambiental, económica y social. La minería a gran escala cuenta con alta tecnología que permite un control milimétrico del manejo del cianuro, reutilización y cuidado del agua, impermeabilización del terreno para evitar filtraciones, y monitoreos diarios. Además, las autoridades nacionales e internacionales ejercen un control total sobre el proceso minero, comenzando por el proceso de licenciamiento, y continuando con auditorías rigurosas en los principales procesos que podrían llegar a impactar el medio ambiente.
Colombia tiene un potencial minero importante, parte del cual está aún por descubrir. La verdadera amenaza para la sostenibilidad es la pobreza y, en este sentido, la actividad minera formal puede atender necesidades reales de la población como generación de empleo, inversión social, transferencia de buenas prácticas y tecnologías, desarrollo empresarial y sobre todo, manejo cuidadoso y responsable del medio ambiente.
El Presidente Santos no se equivocó al decir que la minería era una Locomotora de desarrollo hacia la prosperidad. El sector de la minería de gran escala invita a los medios de comunicación a ser veedores en este proceso de desarrollo que está viviendo el país, mediante la investigación y el análisis de argumentos y experiencias reales sobre la minería moderna, que es, en efecto, sostenible y responsable con el medioambiente, y que por su desconocimiento en el país trae consigo mitos e imprecisiones.