Cuando un medio de comunicación nace, alrededor de ese nuevo espacio, se tejen muchas expectativas que van desde el optimismo de que llegará a crecer y consolidarse, hasta el escepticismo de que no durará muchos años, como lo acontecido a otros medios de comunicación en Guadalajara de Buga, que no lograron sobreponerse y no dejaron de ser una simple aventura editorial, pero a pesar de ello, nos dejaron el camino para nuevas iniciativas.
Rodrigo Guzmán Dávila, tulueño de pura cepa con excelentes conocimientos periodísticos y ferviente apasionado de las lides empresariales, decidió impulsar este proyecto y fue así como un 2 de febrero lanzó a la luz pública “El Periódico”, arriesgándose a un compromiso no muy fácil que poco a poco se fue metiendo en cada hogar bugueño y posteriormente al centro, norte y oriente del Valle del Cauca, con una postura imparcial y objetiva respecto a su deber informativo.
La calidad, la seriedad, su diseño que ha ido cambiando de acuerdo a las exigencias de sus lectores, su redacción sencilla y el compromiso constante de su equipo de trabajo se han visto reflejado en un producto renovado y evolucionado que tiene como objetivo continuar posicionándose en el futuro y expandirse a todo nuestro departamento.
Hay que destacar que este Semanario le ha dado un nuevo aire al periodismo local y regional, enalteciendo el acontecer ciudadano, registrando los hechos que son noticia dentro de un contexto real mediatizado por un ejercicio libre y responsable de sus columnistas y periodistas, posibilitando el análisis, la reflexión y la crítica; contribuyendo en esta forma a la formación de tejido social y al fortalecimiento de la democracia.
Han sido nueve años de dificultades, vencidas algunas veces y otras a medias; de acuerdo a los vaivenes de la economía en un mundo globalizado que trata cada día de acabar con las empresas pequeñas, inyectando grandes capitales extranjeros en los medios de comunicación. Pero el orgullo de El Periódico es que sigue siendo patrimonio de los Vallecaucanos.
Es de felicitar y apoyar a éste Semanario, a su fundador Rodrigo Guzmán Dávila, al equipo de trabajo, a todos sus columnistas, pautantes y demás, que de una u otra forma han contribuido a su permanencia en el mercado de la comunicación y desearle que siga siendo una alternativa más de aquellas comunidades que con sacrificio y esperanza sobreviven a las dificultades. Y como diría Rodrigo, aquí tenemos una prueba de que cuando se quiere, se puede.
MARGARITA MALDONADO DE OLAYA.
Rodrigo Guzmán Dávila, tulueño de pura cepa con excelentes conocimientos periodísticos y ferviente apasionado de las lides empresariales, decidió impulsar este proyecto y fue así como un 2 de febrero lanzó a la luz pública “El Periódico”, arriesgándose a un compromiso no muy fácil que poco a poco se fue metiendo en cada hogar bugueño y posteriormente al centro, norte y oriente del Valle del Cauca, con una postura imparcial y objetiva respecto a su deber informativo.
La calidad, la seriedad, su diseño que ha ido cambiando de acuerdo a las exigencias de sus lectores, su redacción sencilla y el compromiso constante de su equipo de trabajo se han visto reflejado en un producto renovado y evolucionado que tiene como objetivo continuar posicionándose en el futuro y expandirse a todo nuestro departamento.
Hay que destacar que este Semanario le ha dado un nuevo aire al periodismo local y regional, enalteciendo el acontecer ciudadano, registrando los hechos que son noticia dentro de un contexto real mediatizado por un ejercicio libre y responsable de sus columnistas y periodistas, posibilitando el análisis, la reflexión y la crítica; contribuyendo en esta forma a la formación de tejido social y al fortalecimiento de la democracia.
Han sido nueve años de dificultades, vencidas algunas veces y otras a medias; de acuerdo a los vaivenes de la economía en un mundo globalizado que trata cada día de acabar con las empresas pequeñas, inyectando grandes capitales extranjeros en los medios de comunicación. Pero el orgullo de El Periódico es que sigue siendo patrimonio de los Vallecaucanos.
Es de felicitar y apoyar a éste Semanario, a su fundador Rodrigo Guzmán Dávila, al equipo de trabajo, a todos sus columnistas, pautantes y demás, que de una u otra forma han contribuido a su permanencia en el mercado de la comunicación y desearle que siga siendo una alternativa más de aquellas comunidades que con sacrificio y esperanza sobreviven a las dificultades. Y como diría Rodrigo, aquí tenemos una prueba de que cuando se quiere, se puede.
MARGARITA MALDONADO DE OLAYA.
