4.16.2012

El desplazamiento un problema de pobreza, amén del gobierno nacional y la clase politica

En Colombia, el desplazamiento es un fenómeno asociado a la guerra de baja intensidad que se libra en todo el país. Ha sido un evento central en la organización territorial.
El desplazamiento no ha sido un fenómeno de expulsión en un periodo corto de tiempo; por el contrario, ha sido un fenómeno recurrente y continuo. En general, es un acto repetitivo y cuasi permanente en la organización de la población colombiana. 
El desplazamiento de la población es el resultado de prácticas de control sobre el territorio y depende del interés de los diversos grupos por mantener el control de áreas militares y de recursos tales como: el agua, la tierra, el oro, el petróleo y áreas de cultivos de uso ilícito, entre otros. Sin embargo, el desplazamiento no es un hecho obligatorio de las operaciones militares ni obedece únicamente a los actores armados. Detrás de este fenómeno hay intereses económicos y políticos de grandes ganaderos, narcotraficantes, capitalistas nacionales y transnacionales. En algunas áreas, el desplazamiento es un fenómeno silencioso, diario, cotidiano, realizado por un miembro de la familia o por familias completas, es un proceso de ida y vuelta, de sucesivas expulsiones, cortos retornos y estabilizaciones temporales, que dura años, dependiendo de los actores armados y el poder que ejerzan sobre el territorio.
La mayoría de las familias en situación de desplazamiento viven por debajo de la línea de pobreza y su promedio mensual de ingresos es la tercera parte de un salario mínimo legal, por lo cual, casi todas las familias tienen tres o cuatro necesidades básicas insatisfechas.
El fenómeno del desplazamiento forzado como consecuencia del conflicto armado ubica a Colombia como el país con la mayor crisis humanitaria en América Latina. Esta situación compromete al conjunto de estamentos de la sociedad en la búsqueda de soluciones, particularmente a la universidad colombiana, en cuyos propósitos se encuentra brindar respuestas a las problemáticas sociales.  El despojo y la apropiación ilegal vienen después, pasados varios años de los hechos del desplazamiento, cuando sin duda los promotores del desplazamiento sienten seguro dar el paso hacia la legalización de la tierra “abandonada”. Esta legalización se realiza apoyándose en diversas modalidades, como resiembra de cultivos, agroindustrias, compra a menor precio, intimidación, establecimiento de cooperativas y empresas comunitarias, presentación de documentos ilegales, o ejerciendo la nueva presión, que según las leyes solo requiere de 5 años, algunas veces se utiliza la influencia política lograda a través del copamiento del aparato estatal, por parte de los grupos ilegales.  
También se practican  formas más violentas como las amenazas a los titulares del derecho real, el asesinato, la amenaza a los familiares etc.
Todo esto ocurre mientras el desplazado sin orientación efectiva, y ante la urgencia de resolver las necesidades básicas, se olvida o no encuentra mecanismos eficaces para proteger sus bienes y posteriormente ejerce el derecho al retorno, restitución y reparación integral. Así, Se puede afirmar con  claridad que lo que media entre la usurpación de bienes por el desplazamiento y el despojo ilegal de ellos  para beneficiar a los promotores de este hecho criminal, son múltiples crímenes que se encuentran impunes.
Cuando ocurre un evento traumático, el sistema nervioso central pierde la capacidad de controlar los efectos de desorganización que produce la experiencia y provoca un estado de desequilibrio. Se identificaron sucesos o condiciones que provocan reacciones físicas o psicológicas en una persona que ha sufrido dicho trauma como estrés, ansiedad, temor, depresión, pérdida de autoestima, paranoia, proceso de culpabilizar o culpabilizarse, deseo de venganza, asumir rol de víctima, empeoramiento de las condiciones de vida, desarraigo cultural, ruptura de redes sociales y afectivas, cambio en los roles de las familias, entre otras.